martes, 3 de noviembre de 2009

Manuel Sacristán: ¿Qué es una concepción del mundo?

Sacristán comienza su escrito, explicando que es una concepción del mundo, a tal efecto, la describe como una serie de principios que dan razón a la conducta de un sujeto.
Para luego pasar a explicar como tales principios están explícitos en la sociedad en la que vive el sujeto anterior .Pero matiza, que la existencia explicita de la concepción del mundo en la cultura de una sociedad no permite averiguar con toda sencillez, cual es esa concepción.
Tras esta exposición un tanto abstracta del concepto a tratar, pasa a analizar la relación concreta entre concepción del mundo y ciencia positiva y para ello hace referencia a los aspectos formales de ambas:
- las concepciones del mundo, suelen presentar unas pautas muy concretadas y conscientes, en forma de credo religioso o sistema filosófico.
Los sistemas filosóficos triunfantes en el siglo XIX , ha visto como las ciencias positivas iban arrebatándoles un campo temático tras otro , y la causa principal seria la emergencia del conocimiento científico positivo durante la edad moderna , conocimiento que se caracteriza por su intersubjetividad (todas las personas adecuadamente preparadas entienden su formulación ) y por su capacidad de posibilitar previsiones exactas.
El autor, posteriormente juzgará de necesario que las concepciones del mundo carezcan de las dos características antes mencionadas, pues estas contienen afirmaciones sobre cuestiones no resolubles por los métodos decisorios del conocimiento positivo.
Por último, insistirá en el carácter inspirador de la concepción del mundo sobre la investigación científica, como visión general de la realidad que esta constituye, tal inspiración se producirá constantemente a lo largo de la investigación en combinación con las necesidades internas, dialectico-formales de esta.
El segundo epígrafe de esta lectura está dedicado a la explicación de la concepción materialista y dialéctica del mundo, es decir, la concepción comunista.
El nuevo materialismo, citando el autor a Engels, no sería una filosofía sino una simple concepción del mundo, que tiene que sostenerse y actuarse no en una sustantiva ciencia de la ciencia sino en las ciencias reales.
Esta concepción del mundo, no quiere más que explicitar la motivación de la ciencia misma, el llamado inmanentismo (la explicación de los fenómenos ha de buscarse en otros fenómenos del mundo) y esta es una de las bases de la concepción marxista.
El otro principio de la concepción marxista seria la dialéctica:
La ciencia positiva, emplea la metodología analítico-reductiva, tendiendo a obviar conceptos con contenido cualitativo, para limitarse en lo esencial al manejo de relaciones cuantitativas.
Los aspectos positivos de esta forma de proceder serian: que permite penetrar eficazmente en la realidad, posibilitando el planteamiento de preguntas muy exactas y que posibilita la formación de conceptos más adecuados.
Pero con este conocimiento, diría el autor, se pierde una parte de lo concreto, precisamente la parte decisiva para la individualización de los objetos.
Por el contrario, la dialéctica da relevancia a las totalidades concretas. La tarea de la dialéctica consiste en recuperar lo concreto sin hacer intervenir más datos que los materialistas del análisis reductivo.
Las totalidades a las que nos referimos, serian, como explica Sacristán, los individuos vivientes, las particulares formaciones históricas, o los presentes históricos localmente delimitados.

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