La impresión inicial que recogí como observadora de grupo , es la sorpresa que supuso enfrentarse con un esquema de trabajo diferente al que estamos acostumbrados , pero ninguno se encogió a la hora de responder a la pregunta que nos hacia evocar aquellas experiencias que repetiríamos o que más nos calaron en nuestra trayectoria vital o docente , en general las respuestas dadas iban por el mismo camino , y salvo alguna mención que otra todas ellas se apartaron del conocimiento puramente teórico que rodea nuestra vida académica .
Más bien, predominaron las aplicaciones prácticas de dichos conocimientos o su traslación al mundo real, como por ejemplo salidas culturales, encuentros con la naturaleza o visitas a lugares de diverso tipo.
No se si se puede enmarcar los programas de intercambio en lo comentado anteriormente, pero vuelve a ser un reflejo de lo mas apreciado en este grupo, son precisamente aquellas experiencias que no van a determinar un buen o mal expediente, y que en muchos casos tampoco van a ocupar un papel muy relevante en tu currículo, pero que de alguna manera si no estuvieran presentes, sentiríamos que nos falta algo por hacer, que algo, se ha quedado en el tintero.
De alguna manera, esto viene a demostrar que hay más vida a parte de los libros, apuntes, exámenes etc. Esta bien, optando por este punto de vista lo mas probable es que jamás lleguemos a convertirnos en unos eruditos, pero ¿realmente nos interesa hacerlo?
jueves, 8 de octubre de 2009
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